El marketing de afiliación se está convirtiendo en una estrategia cada vez más seguida en nuestro país para conseguir el éxito online. Aún no está muy extendida pero cada vez son más las páginas webs que recurren a la misma para garantizarse mejor resultados que con campañas más tradicionales que no garantizan la consecución de una acción.
De hecho, este tipo de marketing tiene menos de diez años de antigüedad ya que comenzó en el año 1996 de la mano del fundador de Amazon, Jeff Bezos.
La de idea Bezos era bastante sencilla. Si una página web externa a Amazon refería a la misma a un cliente que terminaba comprando un producto en su web, la web desde la que venía el cliente se llevaba una comisión. De esta forma el fundador de Amazon se aseguraba de solo pagar publicidad en el caso de que fuera efectiva y hubiera terminado en una acción de compra. La idea era muy ventajosa y fue seguida rápidamente por otras compañías.
En la actualidad se denomina CPA, que significa coste por acción, y también se puede contratar a través de la publicidad de Google. Hay que tener en cuenta que hoy en día la llamada afiliación o acción no tiene por qué ser una compra, también puede tratarse de un registro, de la suscripción a una newsletter, etc.
Al final, el tipo de acción también modifica el precio del CPA y hay que tener muy en cuenta cuánto estamos dispuestos a pagar para conseguirlo. Uno de los ejemplos de este tipo de estrategia en España podemos verla en el comparador online de Comparaiso que compara móviles y ADSL de diferentes compañías telefónicas. La web compara de forma independiente entre las distintas compañías pero si a través de una de sus comparativas un cliente de Comparaiso decide cambiar de servicio y contratar a una nueva compañía, ésta pagará una comisión al comparador con lo que logra conseguir su rentabilidad a la vez que mantiene su independencia respecto a las compañías telefónicas. Al mantener la estrategia de afiliación con diferentes compañías, la web puede centrarse en ofrecer los datos concretos de forma objetiva y dejar que los usuarios decidan, beneficiándose sea cuál sea su decisión.
Las ventajas de la afiliación son bastante claras tanto para el anunciante como para el afiliado. El anunciante solo paga si logra su objetivo y se evita invertir su dinero en otras acciones que no les conllevará un verdadero beneficio. Por su parte, el afiliado logra una comisión mayor que si cobra simplemente por poner un banner publicitario o por cada vez que hagan click. La publicidad en internet se mantiene en continua transformación buscando la manera de conseguir la rentabilidad que tiene en otros soportes más tradicionales.
La afiliación se está convirtiendo en una de las técnicas que mejores resultados está consiguiendo y que cada vez está logrando más usuarios. Aun así, aún falta mucho trabajo por hacer para que los datos sean similares a los de Estados Unidos o Gran Bretaña, donde esta estrategia de éxito online está mucho más asentada.