Aunque todavía no hemos superado la crisis sanitaria en la que llevamos sumidos un año, es un excelente momento para pensar en la activación de negocios enfocados al comercio. Porque, sin lugar a dudas, la actual situación pasará y todos tenemos que estar preparados para ello y para que nuestra economía vuelva a su estado normal.
El comercio es, sin lugar a dudas, uno de los negocios más afectados por este duro momento. Es evidente que no estamos hablando de los sectores esenciales, sino a ese tipo de comercio que más se ha visto afectado: moda, decoración, complementos… Por este motivo, a continuación damos una serie de consejos para activar nuestras ventas a través del denominado escaparatismo.
Qué son las técnicas de visual merchandising
Esta expresión inglesa habla de todas las técnicas que se utilizan en el interior de un comercio físico, destinadas a aumentar la rentabilidad en el punto de venta. Su finalidad principal es dar visibilidad de una manera estratégica a los productos y/o promociones de los mismos.
Hay que entender que una tienda es su escaparate, pero también la misma tienda puede actuar como efecto “cómprame” en los consumidores. También hay que tener en cuenta el tipo de consumidor al que va dirigido nuestro establecimiento y otros temas como el presupuesto disponible, calendario de eventos vinculables a nuestro negocio, estacionalidad, etc. Todo ello debe ser contemplado en un pequeño plan de acción. Y no olvidar que la tecnología nos ofrece herramientas como páginas web o redes sociales que nos pueden ayudar a comunicar muchas noticias, entre ellas, lo que pasa en nuestras tiendas.
Aspectos que se deben contemplar
Pero, más allá de la comunicación por internet, el principal objetivo del escaparatismo y del interiorismo comercial (dos de las principales partes del visual merchandising es generar una experiencia en nuestra tienda. Así, lo primero de todo es que nuestro local cuente con una harmonía y decoración adecuada que haga que los clientes entren y se queden a ver lo que hay que ofrecer. Los productos deben ser vistos y que el cliente pueda acceder a ellos y para ello existen expositores para tiendas de todo tipo.
Cuando los clientes entran en el local es el momento de analizar los puntos más y menos concurridos de nuestro espacio comercial, puesto que los puntos en donde se acumulan más los clientes son los mejores para situar aquello que nos interesa más vender. En el caso de los menos concurridos, son los mejores para situar aquellos productos “que se venden solos” o las cosas de más necesidad.
Llamar desde la entrada
Así, entrada, fachada y escaparate también deben cumplir esa función de llamada y de provocar la entrada. El rótulo del establecimiento es la identidad del negocio y la capacidad que el nombre y la imagen de nuestra marca tengan de permanecer en la cabeza de nuestros clientes marcará, en gran parte, nuestro éxito.
El escaparate es uno de los puntos más importantes: un correcto diseño y colocación de los diferentes elementos hace que los potenciales compradores se paren a mirar lo expuesto y decidan entrar en nuestro local. Es por ese motivo que es muy importante, tanto lo que se exhibe en él, como la manera en la que está dispuesto lo exhibido.
Las claves de un buen escaparate
Hay una regla muy importante que prima por encima de todo: nuestro escaparate habla de nuestra marca y es la llave de la puerta de nuestro negocio en la mayoría de los casos. Lo primordial de un escaparate es que llame la atención, incluso desde lejos. Para ello debe contar con los elementos justos, y que estos elementos resuman lo que es nuestro negocio y lo que le quiere ofrecer a sus clientes.
Podemos diseñar nuestro escaparate con diversos objetivos: intrigar, inspirar o ser el apoyo de un estilo de vida de quien queremos que sea nuestro cliente. Por eso es muy importante que definamos qué productos son los que pueden cumplir estos objetivos, planificando muy bien todo el diseño y disposición de todo esto, evitando así una presentación desordenada.
Otros elementos que pueden ayudarnos
A menudo las diferentes marcas ofrecen sus elementos publicitarios (por ejemplo, los denominados displays publicitarios que pueden disponerse en el interior de la tienda o en el escaparate. Respecto a esto último, aunque todo depende del tipo de negocio, debemos valorar si mostrar esa publicidad en el escaparate va a llamar a la acción (o sea, a la entrada a la tienda) del cliente.
Y, si antes hablábamos del buen diseño del rótulo, un elemento de merchandising muy importante es la bolsa con el logo del establecimiento. Su afinidad con el cliente debe ser total, como por ejemplo lo es una bolsa de tela que luego nuestro cliente va a utilizar para otras compras, haciéndonos así publicidad de nuestro negocio.