Para aumentar nuestra productividad, muchos de nosotros debemos realizar varias tareas a la vez, pero esto es eficaz hasta cierto punto. Y en un mundo donde el ritmo de vida es a menudo frenético, las personas que pueden ejecutar múltiples tareas suelen ser vistos como eficientes y eficaces. Pero no es tan así. Si hacemos muchas cosas al mismo tiempo, aumenta considerablemente el riesgo de equivocarnos.
¿Eficiencia o frustración?
Muchos expertos han estudiado a fondo todo lo relacionado con la multitarea durante la última década y la mayoría de ellos han llegado a la misma conclusión. La multitarea es simplemente un mito. Que no solo no nos hace más productivos, sino que en muchos casos aumenta nuestro nivel de estrés.
Varios estudios han demostrado que la multitarea en realidad puede hacer que perdamos de un 20 a un 40% de nuestro tiempo en vez de ganarlo. Y eso dependerá de qué tan difíciles sean las tareas que tengamos por delante. La razón de que la multitarea no funcione es muy sencilla. Se debe simplemente a que en realidad no podemos centrarnos en más de una tarea a la vez, pero creemos que sí somos capaces de hacerlo. Y cuando no lo conseguimos, nos frustramos
Una persona que está escribiendo un correo electrónico a un cliente y hablando con un colega de un proyecto importante al mismo tiempo no puede ser eficaz en ambas tareas. Esto sucede porque el cerebro es incapaz de participar en dos comunicaciones a la vez, por lo que se ve forzado a enfocarse en una u otra alternativamente. Y eso no es bueno, ya que implica una sobrecarga innecesaria.
El mayor problema con la multitarea es que puede reducir la calidad de nuestro trabajo. Eso sucede cuando tratamos de hacer dos o más cosas de la misma naturaleza a la vez. En la mayoría de los casos, el resultado es nefasto, puesto que en realidad no hacemos ni una ni otra cosa bien. Por lo que más nos habría valido centrarnos en una tarea a la vez.
Piénsalo bien
Cuando cambiamos de tareas, nuestras mentes deben reorientarse para hacer frente a la nueva información. Si hacemos esto rápidamente, como cuando estamos en plan multitarea, simplemente no podemos dedicar nuestra plena concentración y nos falta el enfoque adecuado.
El resultado previsible es que la calidad de nuestro trabajo merma. Cuanto más complejas o técnicas sean las tareas que queramos hacer al mismo tiempo, es probable que la caída de producción sea mayor. Por ejemplo, sería casi imposible escribir una presentación de buena calidad, mientras discutimos con un colega de cuál es el mejor juego de casino.
Piensa en el grado de satisfacción que se siente cuando le dedicas toda tu atención a una tarea. Te concentras, eres eficiente y al culminarla te invade la satisfacción del trabajo bien hecho. Así que la próxima vez que te veas tentado a hacer varias cosas a la vez: relájate, organízate y huye de la multitarea o bien aprende a usar un método muy eficaz para extraer y memorizar información como los mapas mentales.
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