Cada día la competencia para los comercios físicos por parte de la venta online es más grande. Los comercios minoristas deben redoblar sus esfuerzos para atraer visitantes a sus locales. Si en Ecommerce hablamos de UX (experiencia de usuario) lo mismo podemos decir para el comercio tradicional.
La venta en locales debe ser una buena experiencia para el cliente. Promociones atractivas, extensa oferta de productos y, ahora también, marketing olfativo para marcar la diferencia con la competencia.
Marketing Olfativo, ¿qué es?
El olor a pan recién hecho, el café, el olor a coche nuevo o el olor a palomitas en el cine son claros ejemplos de Marketing Olfativo. Olores que todos recordamos.
En nuestra vida cotidiana los olores atraen la atención de las personas y desempeñan un papel muy importante en sus emociones. Nos llama la atención una persona que huele bien.
Las marcas entienden esto y han decidido integrar el sentido del olfato en sus estrategias de marketing para enriquecer y optimizar la experiencia del cliente en todos los niveles. Desde el envío de publicidad en soporte papel con olores (publicidad impresa, revistas, correos, etc.) hasta el más importante, difundiendo un olor específico en el punto de venta para transmitir emociones positivas al cliente y animarlo a comprar. Esto es crear una atmósfera olfativa.
Está comprobado que el olor es el único sentido que influye directamente en el área de las emociones en nuestro cerebro.
Por lo tanto, puede desencadenar reacciones, positivas o negativas, en nuestro cuerpo, que influyen en nuestro comportamiento, incluidos los del consumidor de un comercio.
Un agradable ambiente olfativo en una tienda anima al cliente a pasar más tiempo entre los estantes, a estar más interesado en los productos y la marca, a fomentar la compra y a volver otra vez.
Los consumidores son receptivos: notan cuando el ambiente es agradable y lo aprecian. El Marketing Olfativo optimiza la experiencia del cliente al dar una imagen de un punto de venta cálido y acogedor.
Con ello conseguimos fidelizar al cliente, mejorar la imagen de marca, diferenciarnos de la competencia. Todo ello nos llevará a aumentar la facturación.
Consejos para una estrategia de marketing olfativo
El Marketing Olfativo y, en general, con Marketing Sensorial, no es fácil.
Primero hay que elegir bien el ambiente olfativo. Hay fragancias que pueden atraer a jóvenes y, no tanto, a personas más mayores o las fragancias que atraen a mujeres no necesariamente gustarán a los hombres. Hay que encontrar una armonía.
El ejemplo más extendido en España es el Marketing Olfativo en los comercios físicos. Simplemente consiste en aromatizar el espacio de compra. Aunque está muy extendido en los comercios de ropa cualquier comercio puede llevar a cabo una técnica de marketing olfativo. Desde gimnasios a agencias de viajes.
Pero el Marketing Olfativo puede emplearse también en las oficinas ya que afectará tanto a los trabajadores como a los clientes que recibamos. Imagina lo positivo que sería una estrategia de marketing olfativo en una gestoría o en una agencia de publicidad.
Y las tiendas online cuyo proceso de compra es tan poco gratificante, ¿pueden hacer una estrategia de marketing Olfativo? Pues claro que si. Prueba a impregnar tus envíos con un olor agradable que sea recordado por el cliente.
Conclusiones
El Marketing Olfativo utiliza la memoria olfativa de nuestro cerebro. Nuestro comportamiento depende en parte de nuestra respuesta a los olores u olores que nos rodean. En una tienda, un aroma despierta la atención de los clientes y deja en su memoria una impresión positiva y duradera de su visita.
A través del Marketing Olfativo se consigue mejorar la experiencia del consumidor al aumentar la lealtad a la marca. Eso significa un impacto económico significativo para la marca.
Se consigue también, una influencia beneficiosa sobre el estado de ánimo del cliente creando un ambiente agradable y con ello, calificaciones más positivas de calidad de servicio en ambientes perfumados.
1 comentario
Hola!
Muy buen post, gracias! El marketing olfativo en España creo que se empieza a desarrollar ahora (lo vemos con algunas tiendas de ropa por ejemplo), pero en EE.UU. se lleva practicando desde hace tiempo. Un ejemplo de aplicación del olor a café o a pan recién hecho que mencionáis es el del sector inmobiliario: enseñar una propiedad en la que se está haciendo café o cocinando/calentando un pan en el horno está demostrado que tiene una influencia positiva en la compra.