Hace no muchos años, acudir al bar de confianza o a cualquier local de restauración significaba mucho más que tomar algo, fuera bebida o comida. Se trataba de una herramienta de sociabilización, que se daba de muchas maneras diferentes, y que poco a poco se ha visto transformada. Las actividades que se dan en la actualidad poco tienen que ver con las de antaño y eso se debe, en gran parte, a la consolidación de los dispositivos inteligentes y de internet.
Tres décadas atrás, sobre todo en pueblos con difícil cobertura, el local de confianza ejercía la función también de central telefónica. Son varias las localidades que tenían solamente un teléfono por todos sus habitantes y las comunicaciones importantes con otros municipios se daban de esta manera. Actualmente, pensar en eso es toda una utopía: casi todo el mundo cuenta con al menos un teléfono móvil en el que realizar las comunicaciones de manera inmediata y en privado.
Y es que las relaciones sociales que se daban en los bares han cambiado en pocos años. Las conversaciones y encuentros con amigos son cada vez menos habituales y han ido sustituyéndose por las redes sociales, un espacio virtual en el que se encuentran amistades. Ya es muy habitual encontrar un grupo, sea de la edad que sea, observando cada uno de ellos su smartphone sin apenas intercambiar palabras con quienes comparten mesa, algo que antes era impensable.
El entretenimiento pasa por la pantalla
Más allá de las relaciones sociales directas entre clientes, en los bares y locales sigue habiendo posibilidades de entretenimiento físicas. Una de ellas son las máquinas tragamonedas, que han pasado de la palanca y los engranajes al campo virtual. La popularidad que fueron cogiendo en sus orígenes a finales del siglo XIX ha sido trasladada al casino online donde, aparte de presentar un catálogo muy amplio y variado, también ofrecen información sobre cómo funcionan las máquinas slots y cuáles son las combinaciones que uno debe buscar.
También han ido migrando a las pantallas los populares juegos de sobremesa, un clásico en bares sobre todo entre las personas de mayor edad. Las partidas, ya sean de cartas de baraja española, francesa, de ajedrez o cualquier otro juego han ido migrando al mundo virtual, donde existen plataformas especializadas en estas actividades que ofrecen de manera inmediata el encuentro con otros jugadores. El hecho de saber adaptarse a los móviles ha sido clave para consolidarse entre la población.
¿Y qué decir de los enfrentamientos al billar, a los dardos o al futbolín? Estas prácticas que combinaban a la perfección el juego y la sociabilización no están pasando por su mejor momento. En la actualidad, desde el nacimiento de los smartphones para ser más concretos, hay miles de alternativas gratuitas y muy variadas que permiten pasar un buen momento con el de al lado y comentar la jugada. De hecho, actividades como el billar o los juegos de fútbol son algunas de las categorías más demandas por parte de los usuarios en los mercados de aplicaciones.
La información, de manera inmediata
Otra de las prácticas que se daban de manera recurrente en los locales de restauración era el consumo de la prensa diaria. En los tiempos actuales, en los que los medios convencionales están en entredicho, todo pasa por la inmediatez. La principal manera de informarse pasa por internet, donde la prensa digital sí que cuenta con un importante número de lectores y son de suma importancia las redes sociales para dar noticias de última hora. El papel ya no refleja las últimas exclusivas, aunque sí el análisis pausado y detallado.
Terminamos con otra de las actividades que provocaban que decenas de personas acudieran de golpe a un bar: las retransmisiones deportivas. Hace algunos años solamente se podían disfrutar de dos maneras, en directo en el recinto o a través del televisor. Actualmente, existen varias plataformas que ofrecen sus contenidos en cualquier dispositivo inteligente y permiten ver un choque de cualquier disciplina siempre que se tenga la suscripción activa e internet en el dispositivo.