Gran parte de la vida del emprendedor se basa no solo en ganar dinero mediante sus aventuras empresariales, sino también de generar ingresos pasivos a través de la inversión. Este es el motivo por el que las criptomonedas, además de calar en las masas, también lo estarían haciendo entre el público emprendedor.
Sin embargo, a pesar de que las criptomonedas sean una tendencia en la actualidad, lo cierto es que habría un método de inversión mucho mejor posicionado: las acciones en el mercado de valores.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambos activos de inversión, y cuál de estos es mejor? Aquí te lo explicamos:
Criptomonedas, rentabilidad sin límites
Las criptomonedas son activos digitales diseñados con el objetivo de ser un método de pago descentralizado. Aunque así lo pregone la teoría, lo cierto es que son muy pocas las personas que las utilizan de esta manera, con la mayoría adaptándolas únicamente para la inversión mediante compra y venta.
Se debe a que como activos de inversión se desempeñan mucho mejor, siendo capaces de mostrar rendimientos superiores al 1.000% en menos de un año. No solo podemos invertir en ellos al minarlos o comprarlos, sino también utilizando productos mucho más profundos como lo pueden ser los derivados (provistos por sitios como bitcoin era), que permiten generar ingresos mediante activos subyacentes.
A pesar de estos atractivos, lo cierto es que la inversión en criptomonedas está repleta de desventajas, siendo esa misma volatilidad uno de los grandes problemas. Una moneda puede generar rendimientos incalculables en cuestión de días, como perder todo su valor en tan solo unas horas.
Adicionalmente, es un mercado cada vez más peligroso para los inversionistas debido al incremento en la delincuencia, con miles de personas siendo estafadas a diario incluso a través de las plataformas de intercambio de mayor renombre. Muchos criminales también las utilizan al solicitar pagos, por lo que estarían comenzando a ser percibidas como herramientas ideales para la delincuencia.
Acciones, activos regulados y seguros
Las acciones son parte de la propiedad de una empresa que su junta directiva entrega a cambio de financiamiento. Esta se realiza a través del mercado de valores, siempre bajo la supervisión de un puñado de instituciones gubernamentales y financieras que se encargan de brindar la mayor seguridad posible en todo el proceso.
Sus rendimientos no son ni remotamente tan altos como los de las criptomonedas, sin embargo, sí brindan un canal seguro para la generación de ingresos pasivos, todo al tiempo que nos permite prestar apoyo directo a empresas de nuestra elección, y formarnos día a día en todo lo referente al mercado financiero.
Quien tiene una acción, también tiene una parte (aunque pequeña) de una empresa, por lo que obtiene beneficios acorde al número de acciones que tenga en su posesión, desde tomar parte en las decisiones que afecten al negocio, hasta generar ingresos adicionales en forma de bonos periódicos.
¿Cuál es mejor?
Si bien las acciones son mucho más seguras, y están mejor posicionadas ante los ojos de los inversionistas clásicos, lo cierto es que las criptomonedas brindan rendimientos que superan con creces a cualquier acción empresarial en la actualidad. ¿Qué significa esto? Que una será mejor que la otra dependiendo de tu perfil de inversionista.
Si tienes aversión al riesgo y prefieres crear un portafolio diversificado, enfocándote además en formarte sobre el mercado financiero, las acciones son lo tuyo. Si buscas dinero en el corto o mediano plazo, y estás dispuesto a aceptar riesgos importantes, tal vez las criptomonedas sean ideales para ti.
Asegúrate de determinar cuál es tu perfil de inversionista y qué mercado te interesa más (el empresarial o el tecnológico) antes de comenzar a invertir.