A medida que el tiempo pasa y con el desarrollo de nuevas tecnologías que hacen más seguros los procesos digitales, los contratos inteligentes a medida van ganando un peso cada vez más importante en España y en otras partes del mundo. Es en particular gracias a la tecnología blockchain que se pueden diseñar estos contratos que se caracterizan por ejecutarse de forma automática y que están modificando sustancialmente el mercado laboral en todo el mundo. A continuación, te contamos qué son y cómo funcionan.
¿Qué son los contratos inteligentes o smart contracts?
Para empezar, podemos decir que los contratos inteligentes son programas informáticos diseñados especialmente con el fin de ejecutarse de forma automática en la medida en que las personas o las empresas van cumpliendo las diferentes cláusulas incluidas en el mismo. Para esto, estos contratos están basados en la tecnología blockchain que ha ido teniendo un importante desarrollo a lo largo del tiempo y buscan transformar la forma de hacer negocios, eliminando aquella convencional necesidad de interpretar si las cláusulas han sido o no ejecutadas, pudiendo hacer que el proceso sea automático y, por lo tanto, también mucho más transparente.
¿Qué es el blockchain?
No obstante, para poder comprender mejor en qué consisten los contratos inteligentes, es muy importante identificar de qué hablamos cuando hablamos de blockchain. El blockchain es un registro compartido, una enorme base de datos que se replica en varios sitios que reciben el nombre de “nodos”. Lo que este funcionamiento hace es que sea imposible modificar la información allí contenida. Es mediante esta tecnología que se accede a la posibilidad de guardar y de compartir información de diverso tipo de manera completamente segura entre las partes.
¿De qué manera funcionan los contratos inteligentes?
Ahora, queremos profundizar un poco en cómo es el funcionamiento de los contratos inteligentes que van ganando cada vez más popularidad en el mercado de trabajo español. Al estar las transacciones aseguradas a través de la tecnología blockchain, los contratos inteligentes se caracterizan por poder operarse de forma automática. Lo que esto quiere decir es que se gestionan por su propia cuenta, sin que sea necesaria la intervención manual de una entidad supervisora.
En este sentido, lo único que hay que hacer es indicar en un programa informático cuál es, particularmente, el resultado que se debe ejecutar para cada caso y a qué tipo de fin, evento o acción debe esto llevar. En otros términos, lo que se indica en el programa informático es un clásico sistema de acción y consecuencia, indicando que, si sucede una determinada cosa, se obtiene un determinado resultado.
De esa forma, las distintas partes que están involucradas en el arreglo que ha llevado al contrato deben necesariamente conocer y aprobar las reglas que rigen al contrato inteligente, ya que las reglas que se han programado en este no pueden ser modificadas una vez que el contrato entra en funcionamiento. No obstante, a partir de este punto, ambas partes podrán ver cómo el contrato se actualiza de forma automática en la medida en que dichas reglas se van cumpliendo, logrando algo mucho más transparente.