Los robos son uno de los principales quebraderos de cabeza de los comerciantes. Y no es para menos; según un informe de la Asociación de Empresas de Gran Consumo (AECOC) los robos en los comercios españoles provocan una pérdida global de 1.600 millones de euros anuales, lo que equivale a un 1% de la facturación.
El porcentaje puede parecer pequeño, pero para un comerciante representa una cifra muy elevada.
El riesgo de robo aumenta en los meses de verano, en los que numerosos establecimientos deciden cerrar para disfrutar de las vacaciones. Es entonces cuando surge la necesidad de reforzar las medidas de seguridad. El riesgo cero no existe, pero con un sistema de protección eficaz, las posibilidades de robo disminuyen.
¿Cómo reforzar la protección de los establecimientos frente a posibles intrusos? Los sistemas de seguridad para negocios contemplan distintas posibilidades, desde la colocación de alarmas con cámaras, hasta procedimientos más novedosos vinculados a las nuevas tecnologías.
Circuito cerrado de TV
Es un elemento que cumple una doble función. Por un lado, recoge imágenes de los puntos clave del establecimiento y permite localizar movimientos sospechosos. Los sistemas están preparados para grabar y visionar imágenes en directo, de manera que pueden ser revisadas en cualquier momento.
Este sistema es particularmente interesante para los comercios grandes, en los que no es posible controlar todas las zonas de venta. También es relevante para descubrir robos protagonizados por el propio personal. Según las estadísticas, una parte destacada de los hurtos proviene de los trabajadores.
La segunda función primordial de los circuitos cerrados de TV es su poder disuasorio. Como ocurre con las alarmas, si una persona sabe que le pueden estar grabando se lo pensará dos veces antes de cometer un delito. Por eso suelen colocarse carteles en los establecimientos avisando de la existencia de cámaras.
Alarmas con sistema de cámaras
Este sistema de protección trabaja simultáneamente con dos herramientas tecnológicas: las alarmas y las cámaras de seguridad. El mecanismo se pone en marcha en el momento en que un intruso intenta acceder a un establecimiento protegido.
Cuando los sensores detectan movimiento, las alarmas saltan y las cámaras de TV se ponen en funcionamiento para enviar imágenes al centro de control. De esta manera, es posible comprobar al instante lo que está sucediendo para actuar en consecuencia.
Lo primero que hace la central de alarmas es avisar al propietario. Si se comprueba que efectivamente se está produciendo un robo, el personal de la central llamará a la policía o bien enviará a algún agente de seguridad a la zona.
Sistemas de videovigilancia IP
Las nuevas tecnologías han permitido desarrollar un sistema de protección que se controla a distancia. Las cámaras instaladas en el establecimiento están conectadas a una red wifi, que va enviando imágenes a la nube. De esta manera, los usuarios pueden revisar las imágenes desde cualquier punto y tan solo con la ayuda de un smartphone.
El sistema es muy útil para captar la imagen de posibles ladrones y vigilar a empleados que levanten sospechas de algún tipo. También resulta muy efectivo en los hogares, sobre todo cuando los niños se quedan solos.