Emprender y crear nuestro propio proyecto empresarial es siempre una aventura llena de retos. Sin embargo, aunque se trata de un proceso estimulante sobre todo a nivel profesional, también puede resultar por momentos una elección difícil de gestionar.
Es entonces cuando podemos llegar a sentirnos bloqueados, e incluso desmotivados. Para evitar que esto ocurra es esencial tener claros aspectos como por ejemplo cómo hacer el organigrama funcional de una empresa.
Aunque puede parecer una cuestión obvia, no siempre la llevamos a cabo de la manera correcta. De hecho, no es raro el caso de start-up que han comenzado pisando fuerte y que de repente, en el medio del camino emprendedor, empiezan a desinflarse perdiendo esa fuera y resultados iniciales. En este artículo, detallamos algunos aspectos que debemos tener en cuenta y cuidar cuando queremos que nuestro negocio vaya viento en popa a medio y largo plazo:
- Trazar un organigrama: es esencial para poder llevar las riendas de nuestro negocio. De hecho, sin este esqueleto no podremos delegar correctamente las funciones en nuestro equipo, ni resolver con éxito cambios y sustituciones inesperadas. Es importante que no solo el o los jefes lo tengan claro, sino también los propios trabajadores para saber a quién acudir cada vez que surjan dudas. Esto es independiente al modelo de organización que elijamos: jerárquico o más bien horizontal.
- Favorecer un buen ambiente de trabajo: de nada sirve que todos los miembros del equipo tengan identificadas sus tareas, si no existe comunicación y buenas relaciones entre ellos. De hecho, los resultados que obtengamos dependerán en gran medida de ello. Para poder generar un clima de trabajo adecuado, una opción que podemos poner en práctica consiste en dedicar un pequeño espacio de nuestro local al encuentro de los trabajadores. Por ejemplo, para el momento del café. Se trata de un espacio distendido donde pueden crear lazos que van más allá de las relaciones meramente laborales. Estos intercambios favorecerán la comunicación a posteriori, cuando se encuentren manos a la obra.
- Crear una buena imagen gráfica: sin ella, nadie sabrá reconocer nuestra empresa. Para ello es importante echar mano de profesionales, ya que será la imagen que acompañará siempre a nuestro proyecto. En ella es aconsejable trasmitir los valores que abandera nuestro negocio y el tipo de servicios que ofrece.
- Actualizar nuestra página web: tan importante como producir material de calidad es saber mostrarlo. De lo contrario, es como si no lo hubiésemos realizado. Un espacio ideal para ellos es la página web de la empresa, así como sus redes sociales. Por ello, es conveniente que las cuidemos, actualizándolas a diario. En ellas podremos no solo dar a conocer nuestros servicios, sino también nuestro equipo y el día a día de la empresa, dando así un toque humanizante.
- Cuidar el trato con nuestros clientes: si nuestros destinatarios non están satisfechos con nosotros, entonces nunca tendremos una clientela sólida. Para ello podemos echar mano de muchas técnicas, en las que siempre deberemos tratar de mantener un contacto cercano y amable con ellos. Podemos además poner a su disposición ofertas y generar espacios de feedback.