Os hemos hablado en este rincón del emprendedor de planes de negocios para restaurantes y lo importante que es tener uno actualizado, realista y bien realizado. En nuestra página de formación también puedes ver cursos sobre planes de empresa. Antes de abrir cualquier negocio de hostelería tienes que valorar seriamente la viabilidad de tu negocio. Sin ese estudio no vale la pena empezar, ya que la hostelería es un negocio caro y sacrificado.
El local será probablemente el gasto fijo más elevado. Cuanto más gente pase por la puerta más posibilidades tienes de tener éxito, pero también será más caro el alquiler. Haz un pequeño estudio de mercado analizando los bares de alrededores, las mesas que sirven, los precios, los menús… y también cuenta la gente que pasa por delante de ese local que te ha gustado. Cuenta que, casi seguro, habrá que hacer una reforma para dejarlo a tu gusto.
Otro gasto a considerar y, también bastante elevado, es toda la maquinaria que te hará falta. Comprar de segunda mano te supondrá un ahorro a la hora de empezar.
Casi seguro que tendrás que contratar. Los gastos de sueldos y seguridad social se llevaran un pico.
Y, por último, lo más importante: los productos comprados diariamente. Tal vez, la clave. Buena calidad al mejor precio.
Lo bueno es que en la hostelería los márgenes son amplios. Cafés, refrescos y bebidas alcohólicas dejan mucho margen de beneficio. Las comidas, cenas o menús en general, también deben doblar, como mínimo, el gasto de los productos que se han utilizado.
El horario es una forma de ajustar tus ingresos. Cuanto más tiempo abierto tengas tu negocio, probablemente más beneficios tendrás.
¿ Y en cuánto a la administración de tu negocio? Si no quieres complicarte o no tienes mucha idea de contabilidad lo mejor es contratar a un profesional, que no suele ser muy caro. Dependerá si nos constituimos como sociedad, lo dirigimos como autónomos acogidos al régimen fiscal de estimación directa o lo hacemos por módulos.
Una de las cosas que nos ayudará a llevar la administración de nuestro negocio al día y que nos ahorra gastos de gestoría es un Terminal Punto de Venta.
Un tpv para hostelería es una inversión que vas a amortizar rápidamente, que te va a dar calidad de vida en tu negocio, y que no cuesta un «riñón» para lo que te da.
En este aspecto el ahorro de un tpv de una empresa a otra no va a ser muy grande. Por tanto, no compres lo más barato. Contacta con empresas que tengan un servicio técnico propio, atención y formación al cliente y servicio de desarrollo propio para que siempre estés actualizado y para que el programa se ajuste a tu negocio y no seas tú el que se adapte a tu tpv. Comprar un tpv que sólo es un PC conectado a tu caja registradora es muy mal negocio.
Un tpv no es simplemente una caja registradora. Asegúrate que tu tpv se lleva bien con otras aplicaciones o programas que puedes usar para llevar tu contabilidad, facturación, stock…
La pantalla táctil es imprescindible por su comodidad y también son necesarios algunos periféricos para imprimir tickets y etiquetas, un cajón para portamonedas o lectores de códigos de barras y tarjetas.
Las tablets o smartphones también tienen que poder comunicarse con tu tpv.
Un cajón de seguridad cashkeeper te evitará descuadres de caja y te controla el dinero en efectivo en todo momento. Para que no se pueda meter mano alegremente a la caja. Todo gasto tiene que quedar registrado.
Con un software bueno de gestión para TPV te ahorrarás bastante en gestoría. Además, una gestión óptima de tu negocio es fundamental y te permitirá tener claro donde están las pérdidas y donde los beneficios y, a partir de ahí, poder planificar acciones y tomar decisiones.
1 comentario
estoy encantada con este artículo, me ha gustado la forma de redacción, se me ha hecho fácil la lectura, los tpvs son muy vulnerables a los virus?