A la hora de montar una empresa, hay que tener en cuenta demasiadas cuestiones. No todo consiste en vender o producir, dar de alta a los trabajadores, presentar impuestos, etc. Existen otros aspectos que inciden de forma más directa en el día a día del trabajo que se realiza en el negocio.
Por ello, existen, por ejemplo, empresas de prevención de riesgos laborales, que cuidan de proteger a los trabajadores de los riesgos que implica el trabajo que desempeñan. Al hilo de esto, hay un tema que afecta especialmente en esta época del año, que es las altas temperaturas a los que estos se encuentran expuestos. A continuación vamos a ver qué dicen algunos expertos al respecto.
Riesgos que provoca el calor
Que los trabajadores se encuentren sometidos a temperaturas muy elevadas, sea en exterior o interior, tiene consecuencias muy graves. Existen tareas que se realizan normalmente en exteriores, como la construcción y la agricultura, que se verán afectadas por este tiempo de extremo calor.
Pero también hay trabajos de tipo temporal que empiezan en estos meses más calurosos, y en los que se deben tener en cuenta las condiciones ambientales, como los trabajos en salas de caldera o en cocinas.
Pues bien, los efectos que produce el calor excesivo en el organismo pueden ir desde molestias, hasta el golpe de calor. Se trata de una cuestión más seria de lo que se puede llegar a pensar, ya que puede tener incluso resultados mortales.
Por otro lado, debe tenerse presente que pueden darse unos primeros síntomas como calambres y mareos que si bien no producen directamente un daño en la salud, pueden ser desencadenante de próximos accidentes laborales.
La reacción del cuerpo humano a las altas temperaturas
Nuestro cuerpo suele mantener su temperatura interna en torno a 37ºC, evitando que la acumulación de calor producida por la actividad física o el ambiente pueda descomponer nuestra temperatura. Los humanos contamos con mecanismos dirigidos a disipar el exceso de calor corporal al ambiente.
Cuando aumenta la sudoración y el flujo sanguíneo superficial, y cuando disminuye la actividad física, contribuye al control de la temperatura interna. Si se supera la capacidad de adaptación del cuerpo humano, la temperatura interna empieza a ascender, y comienzan a manifestarse distintos síntomas.
Distintos factores de riesgo
También hay algunas condiciones de tipo personal y ambiental que propician situaciones de riesgo.
Por ejemplo, es el caso de aquellos trabajadores que, aunque se encuentran en buenas condiciones físicas, consumen fármacos tales como diuréticos, neurolépticos o barbitúricos, o aquellos que están bajo los efectos del alcohol.
La propensión de estas personas se verá incrementada si además son diabéticas, obesas o tienen insuficiencia cardíaca. Las personas que provengan de climas frecuentemente más fríos, tienen que extremar las precauciones también.
Medidas de prevención
Las medidas para prevenir el calor suelen ser bastante sencillas, ya que consisten, por ejemplo, en utilizar rompa amplia y ligera, de colores claros y tejidos apropiados; protegerse la cabeza cubriéndola con un casco, gorro o sombrero; e hidratarse adecuadamente reponiendo líquidos y sales que se pierden a través de la sudoración, entre otras.