Emprender crece en adeptos desde los últimos años, un fenómeno favorecido también por las facilidades que ofrece actualmente internet con sus posibilidades. En este contexto debemos hablar de las conocidas como startup, un modelo reciente y moderno de empresa, competidor de formatos más comunes como las PYMES, y que resulta de interés para quienes se embarcan en la aventura de emprender.
En líneas generales, una startup es un tipo de compañía joven, que oferta productos y servicios basados en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, y cuya economía se sustenta sobre una inversión poco abultada y una generación de ingresos teóricamente rápida, propiciando con ello un crecimiento económico relativamente ágil. Para entenderlo con un ejemplo, el gigante Amazon, cuyo modelo de negocio se basó en aprovechar las facilidades de la red para distribuir productos en todo el mundo, comenzó siendo una startup que ahora se ha convertido en la multinacional más poderosa del mundo y su dueño en la gran fortuna del momento.
¿Cómo crear una startup?
A pesar de que encontrar el motor de funcionamiento puede ser fácil, si la capacidad de análisis y la imaginación abunda, lo cierto es que para crear una startup se debe poner en marcha todo un mecanismo burocrático legal que va más allá de toda idea, por innovadora que pueda ser. Para este tipo de circunstancia, emprender con Seedfy es actualmente una de las alternativas más eficientes a la hora de afrontar todo el proceso de constitución oficial de la empresa. La rapidez y el ahorro económico que supone este servicio con respecto a la inversión inicial la posicionan como una de las opciones mejor valoradas por las startup que comienzan su andadura mercantil en estos tiempos.
Antes de enumerar los procesos legales que se requieren para constituir una startup, conviene saber qué es un Pacto Seedfy. Sencillamente se trata de un documento legal y privado en el que se asegura la propiedad del proyecto tanto para los socios fundadores, pudiendo ser usado en tribunales por incumplimiento de alguna de las partes y dando opción a modificaciones para cambios futuros, como la entrada de un nuevo socio en la startup. Un documento que se adapta a los emprendedores y su negocio por tan solo 350€.
Toda vez que tenemos el contexto necesario, importa saber cuáles son los pasos previos que los emprendedores deben dar para instituir su startup, a veces tan incómodos y absurdos que pueden incluso invitar al desánimo. Así, debemos afrontar procedimientos obligatorios como definir la forma jurídica, elegir un nombre e inscribirlo en el registro mercantil, definir los estatutos, hacer la escritura pública de constitución y al menos otros tres trámites más con Hacienda, en función de si la startup se va a constituir como empresa (en cuyo caso debe solicitarse un NIF concreto) o como autónomo, valiendo entonces el propio del creador. Por supuesto, además de la inversión de tiempo que todo esto conlleva (citas previas, espera de plazos, resoluciones, notificaciones, etc…), la recurrencia necesaria a intermediarios como abogados, asesores, notarios y demás profesionales de la gestión y la administración pública implica una cuantiosa suma inicial.
Como contrapartida, el servicio de Seedfy se encarga de dar todos estos pasos por sus clientes, garantizando que los procesos legales serán los correctos, dando un margen de tiempo que puede ser necesario y aminorando hasta en un 70 % los gastos de gestión. Sin ir más lejos, la diferencia entre emprender con Seedfy y sin su servicio puede superar con facilidad los 3.000 €.