Que emprender es una carrera de obstáculos, ya lo sabemos. También que esa es la vía para llegar a ejercer el trabajo de nuestros sueños y desarrollar una idea de éxito. Ahora bien, para arrancar un nuevo proyecto se necesita contar con un dinero inicial. Y quienes no lo tienen, una gran mayoría, pueden recurrir a préstamos para negocios.
La duda que surge es: ¿puede un emprendedor acceder a financiación cuando no tiene ingresos que demostrar? ¿O incluso, cuando no tiene posibilidad de demostrar que en algún momento llegarán los ingresos o a cuánto ascenderán mensualmente? No te pierdas este artículo para saber cómo un valiente emprendedor puede acceder a financiación.
¿Qué opciones financieras existen para los emprendedores que quieren iniciar o crecer sus negocios?
Cuando una persona quiere arrancar un proyecto empresarial tiene diferentes opciones. Puede recurrir a familiares y amigos que quieran ser parte de este emprendimiento (aunque mezclar relaciones personales y financieras no siempre sale bien). También puede acceder a una subvención pública, en el caso de que exista (pero estas son limitadas).
Por otro lado, están los Business Angels y los fondos de capital riesgo, pero hace falta mostrarles una idea que les fascine para que quieran apostar por ella. Y están los préstamos para negocio o los personales, que se muestran como una opción segura, accesible, muy común y con una amplia variedad de entidades y condiciones a escoger. Ésta última la más indicada para empresas con enfoques tradicionales.
Préstamos para negocios vs. préstamos personales
Cuando hablamos de emprender nos encontramos en un ámbito que oscila entre un negocio y un sueño personal. Y ahí surgen las dudas de qué tipo de préstamo pedir para hacerlo realidad. Afortunadamente, hay préstamos creados pensando tanto en emprendedores como en autónomos. De todos modos, cabe decir que conseguir uno u otro puede depender mucho del historial crediticio de cada individuo.
En principio, un crédito personal es para hacer frente a un gasto extra para algo privado, como reformar la casa, comprar un coche o costear unas vacaciones. Los préstamos para negocios, en cambio, están destinados a cubrir las necesidades económicas de una empresa. Y debes saber que los primeros suelen ser mucho más sencillos de conseguir y es que las entidades que los ofrecen piden, normalmente, menos requisitos y menos documentos para aprobar el crédito.
¿Se puede acceder a un préstamo sin mostrar los ingresos?
Aquí llegamos a la gran preocupación. Y es que quienes emprenden muchas veces dejan de tener ingresos comprobables puesto que han dejado sus trabajos para lanzarse a esta nueva aventura. ¿Qué sucede entonces? ¿Cómo demostrar a la entidad financiera que cumplirás con tus obligaciones?
Lo más importante que debes saber es que una persona que pueda mostrar que siempre ha pagado sus facturas y deudas cuando correspondía podrá acceder a un préstamo personal para emprender su idea de negocio con mayor facilidad que aquellos con un historial crediticio negativo. También conviene tener propiedades o ahorros (aunque sean guardados en fondos fijos) para demostrar que se tiene una solvencia que permitiría hacer frente a la devolución de ese crédito.
Otra alternativa es contar con un aval. Esto es, una persona de total confianza que se ofrezca a ser la garantía de que si el emprendedor no puede devolver el dinero recibido, él será quien responda con su patrimonio.
Así que ya lo sabes: la posibilidad de acceder a un préstamo sin tener una nómina es viable. El mercado ofrece opciones que hacen accesible la financiación en muchos casos. Claro está que el acceso será más factible para quienes siempre han sido cumplidores con sus pagos, ya que tendrán la confianza de las empresas financieras o de personas cercanas que estarían dispuestas a avalar este proceso.
Emprender es una aventura fascinante y llena de altibajos pero el acceso a dinero la hace más sencilla. Nos encantaría conocer cuáles son tus miedos al respecto.
Compártenos cómo haces o has hecho para poder acceder a un crédito a la hora de emprender tu idea de negocio, aún sin poder comprobar ingresos.