La pandemia global de Coronavirus ha planteado un escenario sin precedentes para millones de personas. Hemos sido —y estamos siendo— testigos de un periodo que pasará a la historia como uno de los episodios más grotescos e inquietantes de nuestra época.
Se tratan de tiempos tremendamente complicados, llenos de confusión, de incertidumbre. Pero también son una oportunidad para la reflexión, la renovación y la creatividad. El desafío es inmenso, aunque los brotes verdes siempre terminan haciéndose visibles a medida que la tempestad va amainando y reposándose.
El mundo de los negocios es, sin lugar a dudas, uno de los ámbitos más afectados por estas circunstancias, tanto por las negativas (tan fácilmente apreciables a primera vista), como por las positivas (que también están cada vez más presentes). El pesimismo que durante mucho tiempo ha predominado en el análisis de la situación comienza a equilibrarse, dando paso a una visión más luminosa impulsada por el aumento de la rentabilidad que han experimentado determinados sectores y por la aparición de nuevas oportunidades de negocio y nichos de mercados que ofrecen enormes posibilidades.
Es cierto que se han tenido que replantear muchas cosas: la forma de atender al público, las plataformas de venta, las maneras de trabajar y coordinarnos, las preferencias de consumo; incluso los propios clientes han cambiado, tanto en su forma de hacer, como de pensar.
Este terremoto ha acelerado, entre otras cosas, la transición hacia la digitalización, terminando de poner de manifiesto la importancia de las tecnologías y la conectividad en el mundo actual. No hay duda de que el peso del sector digital e informático, es más grande cada día.
Las oportunidades de negocio en este sentido son cada vez más amplias. Desde el diseño web o la ingeniería de software, hasta la formación online, pasando por un amplísimo abanico de servicios y herramientas en línea que han visto en esta crisis la vía definitiva para asentarse en el mercado o proliferar: el mundo de la tecnología se ha convertido en un caladero de puestos de trabajo y oportunidades de negocio espectacular.
También parecen haber ganado terreno, a raíz de esta crisis, facetas como la de la sostenibilidad o la responsabilidad corporativa, que se están convirtiendo, no solo en una exigencia cada vez más acuciante para gran parte de la sociedad, si no en una oportunidad en sí misma para que muchas pymes y empresas opten por modelos más eficientes, actualizados, coherentes y respetuosos.
Pero no son solo estos dos ámbitos (relativamente nuevos) los que se están beneficiando de la situación. Muchos otros entornos, como el rural, están experimentando toda una revolución en los últimos tiempos. La perdida de atractivo de las ciudades ha provocado un repunte importante en la demanda por alojamiento y servicios en el mundo rural, algo que afecta tanto al sector de la construcción, como al de la hostelería, la restauración y al turismo de esos lugares, impulsando con ello una autentica primavera comercial en muchos negocios situados o dirigidos al mundo rural. También ha acelerado la deslocalización de servicios debido al trabajo remoto, actualmente un proveedor o un trabajador puede conectarse mediante una VPN en Argentina, o en cualquier otro país de Hispanoamérica, a un cliente en España como lo haría un trabajador local.
También el sector de los transportes y los servicios a domicilio son otros de los grandes beneficiados de esta situación tan inusual. El miedo a posibles rebrotes y contagios ha hecho que la perspectiva de salir a locales con espacios cerrados o a zonas congestionadas no se vean con buenos ojos. Esto explica el notable aumento de los pedidos de comida a domicilio o de las compras en línea que se ha experimentado en los últimos meses.
No podemos olvidar los cambios que afectan también al mundo del entretenimiento. Además del impresionante auge de las plataformas de contenido por streaming (que está cambiando por completo el paradigma del entretenimiento audiovisual y haciendo tambalear los antiguos cimientos de la industria del cine), es previsible que, tras el coronavirus, se produzca un cambio en el enfoque muchos negocios relacionados con las actividades lúdicas. Los locales con acceso al aire libre, las actividades en el campo, las aplicaciones colaborativas, el offshoring y los formatos en pequeños grupos son solo algunas de las cuestiones que podrían determinar el éxito o el fracaso de los modelos de negocio en este lucrativo ámbito.
Quien las posea ya, o quien sea capaz de adaptarse velozmente, por tanto, partirá con gran ventaja.
1 comentario
Esperemos que no sea simplemente una moda y que los entornos rurales pueda sacaré una ventaja real permanente. El tiempo de las ciudades tal y como las conocemos debería cambiar y la digitalización tiene un papel muy importante aquí.
Lamentablemente solo los núcleos rurales más poblados se verán potenciados, mientras que los más pequeños seguirán igual.