No es necesario que se te ocurra algo nunca visto, ni que aquello que te lleva a crear tu empresa sea verdaderamente único. Hay otras fuentes de inspiración para emprender que están a tu alrededor.
Andy Boynton, autor del libro The Idea Hunter, asegura que “si abres los ojos, la respuesta está justo ahí. Pero el mundo en el que te mueves debe ser suficientemente amplio y diverso para alimentar las ideas que necesitas”.
La ocurrencia que te llevará a crear una nueva empresa no tiene por qué ser única. Si fuera así, en el mundo habría apenas un puñado de emprendedores. Algunos creadores de empresas se inspiran en las ideas del pasado y son capaces de rescatar conceptos o negocios que tuvieron éxito un día y hoy, readaptados, significan un éxito para ellos; otros confían encontrar la próxima gran idea a la vuelta de la esquina, y buscan alrededor de lo que otros saben o hacen.
E incluso hay quien recurre a lo más descabellado, sobre la base de que no hay ocurrencia absurda si se acompaña la extraordinaria visión del emprendedor con una gran capacidad para ejecutarla.
Ahí está el éxito
Esto debería enseñarte la importancia de no tener miedo de lo que puedan pensar los demás, por absurda que pueda parecer tu idea. Muchos emprendedores han triunfado a pesar de quienes critican sus proyectos y los consideran irrealizables. No debes temer al fracaso ni a la posibilidad de explorar nuevas posibilidades.
Puede ser bueno que empieces por tu propia experiencia. Aquello en lo que seas mejor que los demás constituye una gran oportunidad de negocio. Piensa qué es lo que más te divierte.