Se dice que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, luego de la industria del petróleo. El consumo de prendas de vestir que cada vez duran menos está causando graves problemas en el medio ambiente.
¿De qué se trata la moda rápida?
Básicamente se trata de todo lo que vemos cuando entramos a un centro comercial y nos encontramos con cientos de tiendas de ropa como Zara o Primark que exponen sus prendas de última moda. La moda rápida o “fast fashion” se caracteriza por la facilidad en la oferta de precios. Esa ropa suele ser menos costosa que las prendas de otras marcas, de modo que los consumidores se ven tentados a comprarlas.
Sus precios bajos y su mala calidad la presentan como una ropa de poca vida útil, la cual puede ser descartada fácilmente en poco tiempo.
En tan solo algunas semanas o meses, las prendas comienzan a romperse. Esto hace que muchas personas se vuelvan obligadas a comprar otra vez, generando un círculo de consumo que hace gastar mucho dinero.
Consecuencias en el medio ambiente
Las consecuencias medioambientales que produce la moda rápida son realmente importantes. En principio, el agotamiento de los recursos naturales es una de las principales problemáticas. Las prendas de fast fashion requieren de cultivos de algodón, que invaden y terminan con zonas naturales de gran valor.
Además, las cantidades de agua que se necesitan para la fabricación de prendas son incalculables. La magnitud del problema ha hecho que la ONU catalogue a la moda rápida como una causa de emergencia medioambiental.
El problema del impacto ambiental de la industria de la moda está cada vez más presente, y viene a presentarse como una alerta tanto para productores como para consumidores.
Otro problema grave que presenta la industria de la moda, son las condiciones bajo las cuales se encuentran sus trabajadores. La explotación infantil es un tema preocupante, tratándose a veces de niños que trabajan en jornadas interminables, por sueldos bajísimos y en condiciones precarias. Esta situación también viene a alertar a los consumidores de fast fashion.
¿Qué puede hacer el consumidor contra a la industria fast fashion?
Son varias las actitudes que pueden tomar los consumidores para frenar la contaminación ambiental que provoca la industria de la moda rápida. En principio, podrían optar por comprar en tiendas de mejor calidad, de manera que su ropa tenga más vida útil. De ese modo, si una prenda dura 5 años, en lugar de seis meses, los residuos generados por la industria y el uso de recursos se verá disminuido.
Por otro lado, los consumidores también podrían informarse sobre marcas o firmas de moda que asumen compromisos con el cuidado del medio ambiente, e incluso con el trato a sus empleados. Son muchas las empresas que trabajan con fibras y materiales obtenidos de cultivos sustentables.
Tan solo se trata de informarse cuáles son y obtener sus productos, evitando reproducir el daño en el planeta.
1 comentario
¡Gran post! La industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio de agua y del 8% de los gases de efecto invernadero… Ahora es más importante que nunca acudir a tiendas de moda ecológica y sostenible. Cuida tu piel y tu planeta.