Todo el mundo coincide en que son las nuevas generaciones las que tienen que estar más y mejor preparadas porque son ellos los que representan el futuro, pero la realidad en España aún deja mucho que desear.
Se habla de generación millenial y se entiende que la mayoría ha recibido una buena formación, pero no han tenido oportunidades en el mercado laboral. Esto es cierto, pero sólo en parte.
De un lado, se calcula que cerca del 50% de los jóvenes está en situación de desempleo, de acuerdo a un estudio sobre la Situación de los jóvenes en España llevado a cabo por la Caixa. De otro se aprecia también que existe un importante grupo, de entre 20 y 30 años cuyo, expediente académico está incompleto y que dejaron su educación, incluso, antes de superar la Educación Secundaria Obligatoria lo que, como es lógico, cierra más puertas aún a la hora de poder encontrar empleo. De hecho, ni siquiera es necesario que todo el mundo se plantee el pasar por la universidad. Es una opción y muy interesante, pero no la única.
También existen otras alternativas en forma de ciclos formativos. De lo que no cabe duda es de que todas esas personas necesitan un refuerzo, un apoyo. Por suerte existen centros como las Academias Centre Català Comercial (ACCC) que tienen, precisamente, este objetivo.
Este tipo de centros surgen de la necesidad de aportar a los estudiantes un lugar donde puedan obtener una formación de calidad y desde donde consigan salir al mundo real en forma de profesionales que contribuyan al progreso del país. A la hora de optar por una u otra academia algo que hay que tener muy en cuenta es el servicio que ofrecen. En este sentido en el ejemplo puesto, ACCC, resulta muy interesante acudir a sus aulas porque se han centrado en ofrecer una enseñanza de calidad que va acompañada de una atención única y personalizada porque de poco sirve hacer como en las escuelas y explicar la lección del mismo modo a todos. El paso siguiente está en conectar con cada uno de los alumnos logrando que estos se interesen y aprendan.
El fenómeno de la alta tasa de paro y, en concreto, del elevado número de jóvenes desempleados en España es un problema destacable si se suma al hecho de que el 34,4% de éstos tan sólo ha alcanzado superar la educación básica, de acuerdo a los datos aportados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) Se trata de un porcentaje más que elevado, sobretodo, si se compara con otros países del entorno, como es el caso de Francia, cuyo porcentaje se estima en el 10,5%.
Lo que se extrae de estos datos es que éstas personas corren un riesgo superior al resto de encontrarse en situaciones de exclusión social y pobreza.
Según los expertos el que se haya alcanzado un porcentaje tan elevado en el número de jóvenes con escasos estudios en España se debe a que durante la burbuja inmobiliaria muchos consiguieron encontrar trabajo, pese a su poca cualificación, y cuando las ofertas disminuyeron y los requisitos aumentaron se quedaron sin opciones.
La buena noticia es que muchos de ellos están buscando una solución retomando sus estudios para aumentar sus posibilidades de integrarse en el mercado laboral.
Autor artículo / Fuente de la imagen – Lara Pérez / Pixabay