La calidad en el ámbito empresarial y de las organizaciones es un concepto que hace referencia a la capacidad organizativa y de gestión. Este término está ampliamente estandarizado a través de normas internacionales que pretenden con él determinar qué organizaciones o equipos tienen integrados sistemas de producción encaminados hacia la mejora continua.
De manera resumida, la calidad es el conjunto de acciones y herramientas que tienen por objetivo evitar errores en los procesos productivos y en los servicios y productos derivados de los mismos. La calidad está regulada a nivel internacional por normas y una de las más conocidas es la norma ISO 9001.
¿Por qué es importante la gestión de la calidad?
A nivel organizativo, la gestión y auditoría de calidad permite a las organizaciones mejorar sus funciones en forma continua. De hecho, uno de los motivos por los que funcionan estos sistemas de calidad es por la búsqueda de la mejora continua.
La calidad se mide a través de procesos de gestión y auditoría. Las organizaciones y empresas que se someten a estos controles y procesos de gestión han de cumplir con los especificados en las normas a las que se someten, en las que se certifican.
No se trata de una cuestión baladí, pues contar con estos certificados supone una ventaja competitiva frente a otras organizaciones que no lo tienen. Además, en el comercio nacional e internacional, la aprobación de estos controles implica que en la organización a nivel interno y externo de la empresa se cumplen con esos requisitos, que son los demandados en el ámbito empresarial.
¿Qué repercusiones y ventajas conlleva formar parte del entramado de calidad?
Las normas de estandarización internacionales no solo miden la calidad, sino también el compromiso ambiental, la seguridad e información, la gestión alimentaria, la salud… La aparición de todas ellas se debe a la genuina, la de calidad, la ISO 9001.
Los escenarios actuales de comercio implican que las empresas deben operar con sistemas eficientes, garantizando que sus productos y servicios van a satisfacer las demandas de los clientes. La calidad proyecta todas esas necesidades de los consumidores.
En las normas de calidad, principalmente la ISO 9001 existen varios procesos a cumplimentar, la gestión y las auditorías, que pueden ser internas o externas. Todo esto conlleva a validar herramientas hábiles para controlar los procesos de producción en las empresas.
Para ello es importante definir unos indicadores de mejora coherentes al contexto de la actividad empresarial desarrollada, determinar los objetivos a cumplimentar pensando siempre en procesos de mejora continua, establecer cuáles son los pasos a seguir para implantar ese sistema de calidad y dotar a todos los empleados de la empresa de un alto nivel de implicación para la consecución de los objetivos.
La gestión de calidad como nicho de empleo
Todos estos procesos son una importante vía de empleo, un nicho de trabajo de calidad tanto en el papel de gestor como en el de auditor. Muchos centros universitarios y escuelas de negocio cuentan con oferta formativa suficiente para conocer todos los secretos e intríngulis de la gestión de calidad.
INESEM Business School es un buen ejemplo de ello, su curso gestion y auditoria de calidad está pensado para formar profesionales capaces de implantar y supervisar sistemas de gestión de calidad a todos los niveles organizativos. O también ir más allá, pasar de bando, de ser gestor a ser auditor.
La formación en estas áreas es imprescindible para las grandes empresas pero también para las pymes, porque es el pasaporte a la satisfacción final del cliente. En muchos circuitos comerciales es imposible entrar si no se cuenta con estas certificaciones y los consumidores finales valoran muy positivamente que las empresas trabajan con estándares de funcionamiento bien diseñados.
Gestión y auditoría de calidad, ¿en qué consisten estos procesos?
La gestión de la calidad es todo el entramado de procesos a nivel interno que se diseñan para poder cumplir con la norma ISO 9001. Es, en definitiva, el conjunto de acciones que tienen por objetivo hacer cumplir con los requerimientos definidos por las entidades de certificación relativos a un producto o un servicio.
Cuando se cumplen, la empresa auditada acredita ante terceros el nivel de implantación y satisfacción de su sistema de calidad, pero para ello es necesario superar procesos de auditoría a nivel interno y a nivel externo.
Las de nivel interno tienen como propósito verificar si las actividades relacionadas con la calidad son conformes a las especificaciones en el sistema de certificación. Son realizadas por el propio personal de la empresa o por asesorías que trabajan en sistemas de gestión.
A estas se suman las auditorías externas, cuyo trabajo consiste en certificar que se han cumplido todos los puntos aprobados en el sistema de gestión. El auditor externo ha de tener la capacitación adecuada para confirmar que los procesos cumplen con las normas de estandarización.