Acabar los estudios supone la apertura de muchas puertas, una de ellas la del mundo laboral. Y buscar empleo puede ser un verdadero dolor de cabeza debido a la experiencia exigida por algunas empresas.
Debido a esto muchas veces el talento joven se ve frustrado y decide emprender una nueva aventura, abriendo su propio negocio.
Este fue el caso de Mikkel Andersen y Sebastian Petersen, dos jóvenes daneses, tal vez un poco ingenuos, que, con tan solo 18 años, no podían contener sus ganas de emprender su propio negocio y decidieron abandonar sus estudios para entrar por la puerta grande al mundo laboral con la fundación de Trendhim, a pesar de las críticas de sus familiares y amigos
Eso sí, jamás se imaginaron que harían de Trendhim una marca de referencia en la moda de los accesorios masculinos, presente en 14 mercados europeos, España incluido, con más de 50 empleados, y a la par con las diferentes potencias europeas.
Tenían claro era que querían emprender un negocio, costase lo que costase, pero el que no lo estaba muy claro. A raíz de pensar en lo que podía ser un negocio con futuro, surgieron dos ideas. Un servicio a domicilio de pan los fines de semana, o bien poner fin a uno de los problemas que ellos mismos sufrían: encontrar accesorios originales para los hombres. Los emprendedores hacen todo lo que este en sus manos para que sus negocios tengan éxito, pero ellos decidieron que el levantarse a las 4 de la madrugada para repartir pan no era algo que les apasionara demasiado.
Y como la motivación es el motor que mueve todo, de las cenizas de levantarse temprano para repartir pan surgió Trendhim.
Sin embargo, esto requería abandonar el hogar familiar al acabar el instituto – 3 años antes que la media en Dinamarca – y alquilar una casa, con el objetivo de mantener el espíritu emprendedor.
Ahora bien, seamos sinceros, abrir un negocio en un mundo tan competitivo como es la moda, planteaba serias dificultades, por lo que se vieron obligados a seguir con sus trabajos en la oficina de correos hasta que consiguieran los ingresos suficientes como para cubrir las exigencias de Trendhim.
Esto no fue hasta 2009, cuando la verdadera aventura comenzó. Dejaron sus trabajos para dedicarse en cuerpo y alma, algo así como una media de 16 – 18 horas los 7 días de la semana, a hacer de Trendhim algo asombroso.
“Si alguien nos hubiera dicho de antemano que tendríamos que trabajar 16 horas al día los 7 días a la semana, invertir unos 14.000 euros y abandonar la mayoría de nuestras vidas sociales durante unos 2 años, nuestras expectativas acerca de iniciar un negocio podrían haber sido un poco diferentes” – establece Mikkel Andersen.
Como todos sabemos Roma no se construyó en un día, y Trendhim no iba a ser menos. Los primeros pasos de Trendhim fueron en un apartamento de 83 m2, donde se llevaba a cabo el almacenamiento, la producción, la oficina y la vida diaria de estos jóvenes. De 83 m2 pasaron a un chalet, y del chalet a un señor almacén de 200m2.
En 2013 las cosas comenzaron a moverse realmente rápido. La familia Trendhim creció y Martin se unió a Mikkel y Sebastian como tercer socio en el negocio. Era algo adicto a las bebidas energéticas.
Tal vez el red bull fue el culpable de darles alas para impulsarles en su expansión internacional por 14 mercados europeos en menos de dos años.
A raíz de esta internacionalización, Trendhim amplió aún más su plantilla y fue ahí cuando los días de solteros durmiendo en el colchón del almacén, habían terminado.
El aumento de su plantilla fue dado a la necesidad de adecuarse y ajustarse a las exigencias de dichos mercados lingüísticamente.
Así, Trendhim contrato el pasado octubre a 11 estudiantes de la Universidad Local (VIA University) para llevar a cabo la comercialización por las diferentes potencias europeas.
Gracias a estos estudiantes Trendhim ha sido capaz de incorporar las traducciones necesarias a su página, y dejar de lado el traductor, que muchas veces puede jugar malas pasadas.
Es ahora Mikkel y Sebastian, echando la vista atrás se dan cuenta de que el esfuerzo invertido, madrugar y trasnochar día sí y día también ha merecido la pena.
“Uno de nuestros valores principales es que hacemos lo que nos da la gana y esto es algo que todos en Trendhim mantenemos en el corazón. Decidimos hace mucho tiempo que no queremos convertirnos en profesionales por el profesionalismo en sí mismo. Ni como personas ni como empresa. Que íbamos siempre a hablarle a nuestros clientes con los pies en la tierra, de tú a tú. Que nuestros empleados iban a ser parte de la familia. Que siempre intentaríamos crecer como personas y como empresa.” – Mikkel Andersen.
Post redactado por:
Sara Lopez
Country Marketing Manager – [email protected]
Trendhim