No basta con tener un buen producto, planificar correctamente la logística de la entrega es esencial para asegurarse unas ventas exitosas en internet.
El comercio electrónico es ya una práctica común de cada vez más pymes en nuestro país, una nueva vía de ventas que se consolida al mismo alto ritmo que lo hace la presencia en internet de las pequeñas empresas y la confianza que va adquiriendo el consumidor en esta alternativa comercial.
En los últimos cuatro años, el volumen del comercio electrónico en España se ha duplicado hasta alcanzar los 13.000 millones de euros, según la asociación Ecommerce Europe. De hecho, en 2012, más de 13 millones de personas realizaron compras online, lo que supone 828 euros por persona al año. Un gran pastel del que todos quieren su trozo.
Para que esa evolución siga siendo positiva es esencial que el vendedor adopte una buena estrategia de marketing, mime el diseño del producto, su presentación online, etc., pero solo se ganará la confianza del comprador (y por tanto su fidelización) si el proceso de compra tiene un final feliz, es decir, la entrega de la mercancía se realiza correctamente.