Para emprender se necesita un capital inicial con el que poder desarrollar las actividades para impulsar el negocio, lo cual puedes conseguir dejando tu trabajo para pedir tu finiquito y usarlo para el desarrollo de tu sueño como emprendedor. Es un riesgo que vale la pena correr cuando se tienen las ideas claras y se organiza todo muy bien para empezar con buen pie.
Desarrollar una idea de negocios a veces puede ser difícil, por la falta de capital o por el miedo de dejar lo seguro para lanzarse a vivir la aventura de emprender. Nadie ha dicho que sea fácil, pero si lo vienes pensando desde hace tiempo, es hora de que evalúes bien y despegues de una vez por todas.
Una forma inmediata de obtener recursos para comenzar con ese emprendimiento que desde hace años viene dando vueltas en tu cabeza, es dejar el trabajo actual y pedir tu finiquito para usarlo como inversión inicial en tu negocio. Aunque suene como si se tratara de un salto al vacío, no lo es, ya que todo se hace de forma organizada y midiendo todos los factores involucrados.
Dejar el trabajo y solicitar el finiquito
Ante todo, debes tener en cuenta cuánto necesitas para desarrollar tu proyecto empresarial y de cuánto dispones. Entonces, calcula tu finiquito para saber con qué cantidad puedes contar, producto de la liquidación de tu trabajo en la empresa donde estabas.
Por suerte, hay plataformas web especializadas que hacen los cálculos por ti, de manera automatizada, fácil y segura. Solo tienes que aportar algunos datos básicos, como sueldo básico, fecha de ingreso, fecha de finalización o renuncia del contrato, vacaciones y demás datos de interés, para calcular el finiquito.
Con la información que indiques en los recuadros que muestra el sistema, podrás calcular el importe exacto de tu finiquito, para que puedas renunciar, conociendo con precisión cuánto te toca recibir por la liquidación de tus servicios en la empresa que estás dejando.
Es una información esencial que debes gestionar bien para saber cuánto dinero puedes disponer si renuncias a tu trabajo. A partir de ahí, más tus ahorros, podrás partir con la inversión inicial.
Si al echar las cuentas, ves que no es suficiente para cubrir los costes de inversión inicial para comenzar el proyecto, entonces deberías reconsiderar todo, o bien, ajustar los gastos para que pueda alcanzarte el importe del finiquito en el comienzo de tu emprendimiento.
Otro aspecto a revisar es que, por muy buena que sea tu idea de negocio, no puedes pretender que al mes de comenzar ya vayas a empezar a ganar dinero y así poder cubrir todas tus necesidades. Debes entender que tienes que contar con un “colchón económico” de respaldo mientras tu negocio comienza a funcionar como debe ser, para que así puedas aguantar un poco, por lo menos un año.
Recortar gastos y una buena asesoría, también ayudan
Recortar los costes, esencialmente lo necesario, también debe ser prioridad en el inicio de todo emprendimiento, y más cuando renunciaste a tu trabajo para ir tras tus sueños.
Si vas a dejar tu trabajo, fija una fecha y ya, no estés posponiendo todo para, al final, nunca hacerlo. Se entiende el miedo, pero si dejas que te gane, nunca lo harás. Todo riesgo tiene su recompensa, y eso lo sabrás cuando finalmente te lances a la aventura de tener tu propio negocio y empezar a ver los frutos de tu sacrificio.
Una buena asesoría también puede ser importante para poder tomar las decisiones adecuadas. El respaldo profesional de agencias especializadas en el área también puede ser de gran ayuda. Estas cuentan con expertos contables que manejan todas las herramientas adecuadas para desarrollar el plan de negocios que quieres impulsar, desde cero, cuando sea el caso.
Comunicar a tiempo la decisión de dejar el trabajo es muy importante. Todo debes hacerlo cumpliendo los protocolos adecuados y de la mejor manera posible. No puedes renunciar a tu trabajo y a tus responsabilidades de un día para otro, ni mucho menos decírselo a tu familia de repente, todo tiene su momento y manera indicada para hacerlo.