Estamos presenciando la cuarta revolución industrial. Ya casi nadie duda de ello. Internet y las nuevas tecnologías han transformado la forma de hacer las cosas, de concebirlas, de percibirlas y de consumirlas.
Los cambios tecnológicos están vinculados a los cambios sociales, pero todo eso también se refleja en el día a día de las fábricas que han incorporado nuevos elementos para hacer una producción más eficiente, empezando por planificaciones de materiales con softwares como el MRP de Geinfor que, en cuestión de segundos, puede calcular lo que un humano tardaría mucho más tiempo.
La tecnología como instrumento para lograr la eficiencia y potenciar los resultados
La fábrica del futuro o la llamada industria 4.0 ya ha llegado. La tecnología, a través de la digitalización, el big data y el internet de las cosas hace tiempo que se implantó en la forma de concebir los negocios y también en fabricar.
Es cierto que, llevado al extremo, en muchas ocasiones se relaciona la industria 4.0 con la existencia de robots y, aunque su implantación se hace de manera gradual – de la noche a la mañana no se va a ver robots caminando con naturalidad por las naves industriales ni el cielo cubierto de drones – sí que se están automatizando ciertos procesos que redundan en una mejora de producción y de los resultados y que, de alguna manera, son su antesala.
Una de las claves para que una determinada fábrica ponga en marcha una cierta automatización es servirse de herramientas tecnológicas como un software de gestión. Esta facilita mucho más la tarea de los distintos departamentos. En este sentido, ofrece mucha información ya que se puede ver cómo lo que hace cada uno tiene repercusión sobre el trabajo de otro y el gerente tiene una perspectiva global a golpe de clic.
En cuanto a la producción, por ejemplo, contar con un buen stock de materias primas y saber a ciencia cierta en qué estado se está, es fundamental para poder cumplir con los plazos de previsión de entrega a cliente. Y esto es algo que debe saber el departamento de producción, el de compras y el comercial que entrega a cliente.
Por ello el uso de un software común puede ser la solución definitiva. De hecho el MRP de Geinfor calcula que evita retrasos en las fechas de entrega en casi un 50 % lo que supone un gran punto a favor. Igualmente, también hace una previsión de cuándo se debe comprar más materia prima así como el tiempo que se tarda en producir con lo que en ese momento hay.
Además de ganar en eficiencia y en ahorro de tiempos de gestión, los softwares ayudan a tener una perspectiva completa de la situación. Tener toda la información importante en un único sitio, almacenada de manera ordenada e interrelacionando cada campo hace que el trabajo del día a día se vuelva más sencillo y, sobre todo, que se obtengan mejores resultados.
La tecnología ha entrado con fuerza en casi todos los sectores económicos y su implantación trae múltiples beneficios. La transformación digital está ya siendo y no hay que quedarse atrás.