Estos son de los post que me encanta sentarme a escribir, aquellos en los que la publicación es un reflejo de la vida “normal” de un emprendedor, de ese tipo de emprendedores con los que nos cruzamos todos los días y que están muy alejados de esos proyectos emprendedores que nos venden a bombo y platillo en los medios de comunicación y donde se manejan millones de euros, un amplio eco social y convirtiéndose, en definitiva, en un tipo de emprendedores que se aleja mucho de lo que solemos ver en nuestro día a día.
Realmente en el fondo soy un romántico y me encantan las historias con final feliz…así que vamos a ello¡¡¡…Os traigo el caso de un (nuevo) emprendedor que he conocido por circunstancias varias y que me ha llamado especialmente la atención por el carácter de reinvención personal y profesional que tiene.
Ahora si… se trata de una pareja que se llaman Javier y Mª José, y que a consecuencia de esta pesada y larga crisis, tuvieron que agudizar su ingenio y optar por el camino del emprendimiento si o si…. aquí ya no hablamos de modas ni postureos, aquí hablamos de la subsistencia vital o como todos conocemos “buscarse la vida”.
En el inicio de esta historia ambos dos trabajaban, Mª José realizando tareas administrativas en una empresa de productos alimentarios y Javier en un sector duramente castigado por la crisis, el de la construcción.
De la noche a la mañana y en un lapso de 6 meses, ambos se encontraron sin trabajo, despedidos con mayor o menor compensación pero el caso es que se encontraron en la calle…todavía no cunde el desánimo…algo saldrá, verdad?
Se hace una rutina diaria el envío de currículos, el acudir a entrevistas de trabajo (eso con suerte) pero poco a poco vas siendo consciente que las oportunidades no abundan, que los ahorros van menguando y que los subsidios se acercan a su final.
Es hora de asumir el hecho de que si las oportunidades y ofertas no te llegan, has de ir por ellas, no a lo loco, si con cabeza…pero se ha de ir a por ellas y a por todas.
Estando en la zona en la que están (Mediterráneo) estudiaron diversos sectores, servicios, ideas de negocio,…. siempre buscando algo que aun no siendo para salir en la portada de Forbes, si les permitiese vivir…que no es poco, verdad?¡¡
Tras mucho dar vueltas a la cabeza, dieron con un sector ligado a la zona y a sus circunstancias de bonanza climatológicas…un servicio que se ofertaría a personas mayores o con movilidad reducida y que se trasladan a esta zona por esa bonanza que comentábamos…hablamos de una empresa que se dedicará a la venta, alquiler y reparación de scooter eléctricos para discapacitados o minusválidos y ayudas técnicas tales como (sillas de ruedas, muletas, andadores, elevadores…)
Y aquí comienza la verdadera locura para un emprendedor hoy en día…tener que superar todos los obstáculos burocráticos, papeles, licencias, permisos y cuando crees que has acabado…más papeles, más licencias y más permisos¡¡¡¡¡¡
Al final pudieron constituir su empresa formada por ellos dos, Mª Jose dedicada a las labores y tareas administrativas que implica una empresa de ese tipo y Javier, dedicado a la multitarea, es decir, transportista, comercial, operario, probador y si es necesario, consultor para todos aquellos que necesitan algo de lo que ofertan.
Y estas historias sobre emprendedores tan “normales” son las que más nos llaman la atención y sobre todo, las que más nos llenan al publicarlas en este pequeño rincón dedicado a los emprendedores.