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El impuesto sobre la renta de las personas físicas es un impuesto que se paga sobre la renta recibida en un año, se trata de un impuesto directo, ya que se le cancela directamente al estado y además es progresivo, lo que significa que no todos pagan el mismo porcentaje.
Hay que estar muy bien informado, ya que no es un impuesto sencillo de calcular, hay muchos detalles a considerar, en este artículo vamos a enfocarnos en la información para pagar el IRPF de autónomos.
Conceptos básicos
Para entender todo mejor, vamos a ilustrar algunos conceptos:
- Renta. Es la cantidad total de lo ganado por una persona en un año. Aquí hay que sumar los pagos que se reciben, las ganancias repartidas por las compañías, los ingresos por alquileres, intereses generados, etcétera.
- Persona física. Es el residente en España, esto se define como la persona que ha permanecido en el estado español por 183 días o más en el transcurso de un año, o que tengan en España el núcleo de sus actividades, por ejemplo, el negocio principal, empleo o la residencia del cónyuge e hijos menores.
- Retención. Se trata de un porcentaje que se paga a medida que se reciben ingresos. Es un anticipo del impuesto que finalmente tendrá que pagar. Posteriormente se determinará si se pagó demás, en cuyo caso se recibirá una devolución, o si se pagó de menos, en ese caso se pagará una cuota extra.
- Autónomo. Es un trabajador que realiza su labor sin un contrato de trabajo con una empresa. No hay que confundir con un empresario o dueño de negocio. El autónomo se lucra de su trabajo solo que la relación con la empresa que lo contrata es independiente. Los autónomos cobran sus servicios por medio de facturas.
Cómo afecta el IRPF las facturas
Los autónomos emiten facturas a las empresas o particulares que contratan sus servicios, en esa factura se debe incluir las retenciones.
Para los autónomos, los primeros 3 años de operación deben realizar una retención del 7%, los que tengan más de ese tiempo les toca el 15% para 2019. Vamos a ver un ejemplo de esto, supongamos que se realiza un trabajo por el que el autónomo cobra 3000 euros, además esta persona tiene 6 meses de trabajo como autónomo, entonces emite la factura con la retención del 7%, por lo tanto, solo recibirá 2790 por esa factura.
La declaración
La declaración es el documento que se presenta anualmente para definir el impuesto que finalmente se pagará. En esta declaración se deben incluir todos los ingresos recibidos y los gastos realizados. De esta forma se sabrá si la persona pagó una cantidad superior o inferior de lo que correspondía.
Como se dijo al principio el IRPF es un impuesto progresivo, es decir, mientras más renta se perciba mayor es la contribución que se tendrá que aportar. Para ello, hay establecidos diferentes tramos de porcentajes, cada persona corresponderá a alguno de acuerdo a su nivel de ingresos. Para 2019 están establecidos 5 tramos, los cuales van desde el 19% hasta el 45%.
Es importante estar al tanto de todas las circunstancias que pueden afectar el porcentaje a pagar. Por ejemplo, hay diferencias en cuanto a la comunidad autónoma en la que se esté haciendo la declaración, también la situación familiar y la actividad que se realice.
Consejos para autónomos
- Siempre se deben conservar todas las facturas de consumos. Esto es muy importante porque es la única manera de comprobar el gasto realizado. No hay que descartar las pequeñas cantidades, ya que a lo largo del año pueden sumar una cifra importante.
- Se pueden deducir los gastos de electricidad, telefonía y servicio de internet, aun cuando estés trabajando en el domicilio.
- Se puede deducir un porcentaje de las compras, siempre que se relacionen con la actividad que desempeñas, por ejemplo, viajes de negocios, equipos técnicos, instrumental, etcétera.